Cuando estaba a punto de abandonar Stan su sueño, su esposa Joan le sugirió que renunciara con una historieta de la cual se sintiera orgulloso, que fuera su legado. Fue así como nacieron los superheroes imperfectos (con vicios y debilidades como los de cualquier persona), ambientados en lugares reales, como los barrios pobres de Nueva York y con mensajes de aliento a sus lectores: Marvel había llegado al mundo.
Junto con Jack Kirby, Stan Lee creó a los 4 fantásticos, Hulk, Thor, Iron Man y los X-Men; con Bill Everett, a Daredevil; con Steve Ditko, a Doctor Strange y al inigualable SpiderMan; así hasta alcanzar, al menos 1225 personajes solo en Marvel. En dichas historietas escribió sus famosas minicolumnas acerca de temas polémicos como la intolerancia, la drogadicción o el racismo.